Argentina: Interview with Sergio Kaufman

Sergio Kaufman

President, Hispanic South America (Accenture)

2016-08-01
Sergio Kaufman

El nuevo Gobierno Mauricio Macri aspira a abrirse al mundo con el crecimiento progresivo de una economía más competitiva, fortaleciendo relaciones con socios estratégicos y atrayendo IED. Sin embargo, la Argentina cuenta con potentes competidores en la zona, como Brasil y México. ¿Cuál es la ventaja competitiva de Argentina que le hará ser destino preferente de IED?

Déjame darle un pequeño twist a la pregunta. Yo diría que FDI es inversión extranjera directa y es empleo. Si tú hablas con el gobierno ahora, vas a ver que hoy empleo es más importante que inversión directa, y todo esto hay que mirarlo en el contexto. Como Accenture, tenemos una visión clara de que el cambio tecnológico está cambiando también la matriz de cómo se vinculan inversión y empleo. Tú tienes una planta industrial e inviertes dos millones de dólares y mi formación es industrial, yo pasé los primeros cinco años en Accenture caminando encima de máquinas industriales. Hoy en día el apalancamiento del empleo sobre la inversión es bajísimo y en algunos casos negativo. Si una empresa, en un modelo nuevo automotriz o lo que sea, cambia su estructura de matriz, prensas y todo, probablemente va a generar menos gente, aunque duplique la producción. Entonces en países como la Argentina, nosotros hablamos de la inversión asociada también con el empleo. Son las dos dimensiones que hay que mirar con mucho cuidado.

Por un lado, en lo que es inversión directa, las noticias del día de ayer de la salida de la práctica del default, creo que habilita, junto con medidas que se han tomado del movimiento de capitales, de tener un único tipo de cambio, etc., fomentan absolutamente y yo creo que hay mucha inversión contenida. Y la ventaja de Argentina es que hay mucha inversión por hacer, y hay un gobierno que quiere hacer la inversión y ve la infraestructura energética, vial, tecnológica, estamos hablando de redes de fibra óptica muchísimo más agresivas que las que tenemos hoy y en transporte con un apalancamiento importante también en inversión. Y aparte, inversión industrial y empresas. Pero todo eso, no necesariamente, sobre todo la parte empresaria, va a generar el empleo que hace falta.

La segunda parte, que es un enorme iceberg, que a veces no se ve completa, es la industria del sector de exportación de servicios en la Argentina. Los principales rubros de exportación del año pasado fueron (estoy citando números de memoria) el complejo sojero, arriba de veinte mil millones de dólares, el complejo automotriz que fueron once mil millones de dólares y la exportación de servicios terciarios, insólito, en poquísimos países del mundo pasó esto, cinco mil ochocientos millones de dólares. Estamos hablando de un sector que es cien por cien valor agregado nacional, no se importa casi nada, es todo conocimiento acumulado en Argentina que permite una enorme inclusión de empleo, porque mucha de esta gente sale de la universidad y empieza a trabajar. Un empleo proyectado al mundo, porque un contador, un licenciado en recursos humanos, que empieza a trabajar aquí en la Argentina trabaja dando servicios a las mejores empresas del mundo, en Alemania o donde fuera, con lo cual su carrera proyecta no sólo en la geografía sino también en el mundo. A parte no requiere dólares, al contrario, es una exportante neta de dólares. Yo siempre lo comparo, automotriz tiene 11 mil millones de exportación pero tiene un déficit, o sea tiene que importar muchísimo, porque el nivel de integración depende del modelo pero es un porcentaje del total, alrededor de un servicio de alrededor del veinte por ciento. Esto es todo valor agregado e innovación, no es una actividad básica y el talento que se genera no se amortiza como en una fábrica, sino al revés, crece. Una persona que estuvo expuesta dos años a innovación en petróleo sabe mucho más, no sabe menos dos años después. Entonces es una lógica de inversión totalmente distinta y el gran cambio de paradigma que ha ocurrido es que el conocimiento pasó a ser global, uno veía los servicios como un derrame de la inversión. Porque había un recurso viejo que decía si la FDI en Argentina es de veinte mil millones de dólares, entonces por derrame aparecen los servicios. Es una falacia absoluta. La tecnología permitió en los últimos ocho / diez años que el servicio pase a ser intransable. O sea, el servicio no era transable, entonces se daba localmente, porque se veía al servicio como el montaje de la planta. El mundo ha cambiado totalmente, los servicios profesionales son transables globales y desde la Argentina, India o Filipinas, se dan servicios para el mundo. Entonces pasó a ser una industria de por sí y no el derrame de otra.

Yo tengo una cruzada muy fuerte para comunicar esto, porque todavía hay una teoría vieja, de decir que el servicio es un derrame de las inversiones en la economía real y el “servicio” no es la economía real. Lo que digo es, el servicio es la economía real y cada vez más. El costo de fabricación de este celular es probablemente entre el veinte y el veinte cinco del precio de venta, el gorila glass tiene un grado de innovación y desarrollo gigantesca que salvó a la empresa que lo fabrica de commoditizarse, todo lo que es diseño de microcircuitos es puro conocimiento que está metido acá adentro, el diseño de las baterías, más los apps, la música. Entonces, mi desafío al gobierno es plantear, ¿Qué queremos? ¿Dedicarnos a invertir para el veinte o vamos a invertir para el ochenta por ciento? Y cada vez más. Un auto tiene cada vez más conocimientos y es menos metal y piezas. Entonces, en una economía que va claramente al valor agregado a través del conocimiento. Argentina tiene que jugar un rol y ya tiene varios pasos dados en posicionarse en el conocimiento. Mi sueño es que Argentina exporte tanto o más conocimiento que soja. Y es perfectamente posible, no estamos hablando de que exporta cien millones, exporta casi seis mil millones de dólares, ya existe una plataforma. Este edificio en el que están, más los otros cinco edificios de Accenture es puro conocimiento, no fabricamos nada. Construimos soluciones para el mundo, construimos tecnología, se dan servicios de tercerización de contabilidad, de recursos humanos, de analitics, de trasformación digital, etc. Entonces, el crecimiento de los servicios ha sido exponencial, vengo de Singularity hace un mes, y el sector servicios es un claro ejemplo de la exponencialidad de los negocios, como lo exponencial uno tarda en entenderlo.

¿Qué ventajas competitivas necesita todavía este sector del conocimiento en Argentina para ser el número uno en exportaciones, y no la soja?

Primero, el conocimiento no lo traes y ensamblas, hay un proceso de construcción que tarda. Las universidad tienen que formar, según el sector las condiciones están dadas para seguir creciendo, en Administración, Contabilidad, Recursos Humanos, creo que hay un buen camino para seguir creciendo. De hecho acabamos de anunciar un nuevo edificio para cuatro mil personas, mejor apuesta para esto no hay. Y en otras cosas como tecnología, estamos incluso hablando con gente de educación y del gobierno, hace falta acelerar el ritmo de formación de profesionales, porque al ritmo que vamos se va a agotar y las generaciones nuevas le tienen miedo a la tecnología y son más proclives a otras cosas, también hay ahí un cambio cultural.

Volviendo a la pregunta yo creo que hay ahí inversión directa más generación de empleo y a veces hay industrias que se mueven mucho más por la generación de empleo. Típicamente una inversión de cien millones industriales genera unas pocas decenas o cientos de puestos trabajo, si no los destruye, si es renovación de una planta anterior, probablemente haga decrecer el empleo. Si es una planta nueva, probablemente lo haga crecer. Un puesto de trabajo nuevo, para exportar servicios, cuesta en el orden de diez mil dólares. Con un millón de dólares uno genera cien puestos de trabajo, con cien millones de dólares uno por ahí genera varios miles de puestos de trabajo. Es bueno ver la dinámica, porque los sectores son totalmente distintos y en un país que necesita empleo de calidad, formal, que inserte en el mundo, porque justamente la vocación del gobierno es de insertar. Todo lo que es exportación de servicios de alto nivel profesional para mi es una herramienta, yo lo veo todos los días, lo respiro acá adentro.

Centrándonos ahora en Accenture Argentina como organización, y teniendo en cuenta que Ud. lleva aquí casi treinta años trabajando en calidad de “decision maker”. ¿Podría explicarle a los lectores de Harvard Business Review qué convierte a Accenture en un “case study” de éxito en Argentina?

Básicamente la excelencia profesional. Todo el mundo sabe que cuando Accenture está involucrado en un proyecto de transformación de una empresa, vamos por la excelencia, nunca dejamos un proyecto por la mitad o que no haya plasmado la excelencia, y el compromiso con la Argentina. Yo entré en el año 87, y ya estaba en sus versiones anteriores, ni en las peores crisis Accenture ha quitado el peso y la inversión en planta. Yo tomo siempre el ejemplo de la crisis del 2001, que fue una crisis desagradable en la Argentina y yo ya era en ese momento socio y tomamos la decisión de no quitar gente y no la quitamos. Éramos en ese momento aproximadamente ochocientas personas y hoy estamos cerca de las ocho mil. Lo peor que puede hacer una empresa como esta es perder talento y lo que le mostramos al mercado en la crisis y a las potenciales personas que pueden trabajar con nosotros es que cuidamos a la gente en la crisis. Eso nos da un lugar de atractivo para el talento enorme y un posicionamiento a los clientes de la región diciendo que estamos para quedarnos a largo plazo e invertimos incluso en los peores momentos. En la crisis del 2001 tomamos gente e invertimos, cuando todos pensaron que estábamos absolutamente locos. Cuando Argentina salió fuimos los primeros en estar con todo. Ese es el mensaje.

El segundo mensaje importante de Accenture es que creemos firmemente en lo que es la transformación digital. Esto que estaba diciendo, el contenido de conocimiento en todas las dimensiones va creciendo. El centro de nuestro negocio es la transformación digital, no es un slogan, lo digital lo estamos haciendo. Creemos que el futuro de los negocios va a pasar en todas las industrias, no sólo en las que ya sabemos, las de viajes airbnb, las que conocemos, sino en las industrias establecidas que son muchos de nuestros clientes, por la transformación digital. Y lo rápido que se haga esa transformación digital va a condicionar el futuro de las empresas. Nosotros mismos tenemos que transformarnos bien rápido digitalmente.

Ahora que se está dando en la Argentina una transformación digital, una trasformación económica, acompañado todo ellos de una trasformación política, que además es histórica a nivel internacional, ¿cuáles son sus direcciones estratégicas como Presidente de Accenture en Argentina para esta nueva etapa?

La estrategia es acelerar el crecimiento, por el lado de tomar talento. La lucha en el mundo no es más por posiciones geopolíticas, es por talento. Y yo siempre digo que no nos medimos tanto por market share, sino por talent share. Yo estoy insistente aquí en medir el share que tomamos del mercado, no vamos a dejar en ningún coyuntura dejar de tomar gente valiosa. De hecho en todo lo que es digital, interactivo y analitics estamos muy agresivamente, no puedo dar más detalles, es confidencial, saliendo a tomar el mercado en la mayor proporción posible.

Entonces, políticamente que creo que hay un escenario muy favorable, con problemas, como va a tener todo el mundo, Brasil es un desafío, es cuarenta por ciento del intercambio comercial con la Argentina, Brasil complicado no es una buena noticia. Pero en general una transformación con mucho por hacer en infraestructura y digital es parte de la estructura de un país. Uno tiende a pensar en infraestructura como caminos, puentes, vías navegables, transporte. Lo digital pasa a ser central en la infraestructura de un país, esto es parte del cambio de paradigma, que yo también estoy predicando. Infraestructura es digital, creo que en parte este gobierno lo entiende, pero las empresas están empezando con eso. Entender lo digital como parte de la infrastructura hace que lo digital sea parte del proceso de los próximos años. Y creo que es un proceso sumamente interesante, creo que el hecho que políticamente, la salida del default se haya votado en el Senado por casi el setenta y cinco, ochenta por ciento de senadores que eran de la oposición hasta antes, muestra que hay una sociedad muy unida y mucho compromiso político con hacer las cosas bien. No sólo el gobierno, el resto parece estar muy pragmáticamente alineado con esto.

Seguramente en la actualidad se le presentan una serie de retos o desafíos con los que puede que hace un año no contaba. ¿Nos podría decir qué retos son los que se le presentan en la actualidad como Presidente de Accenture en Argentina, y cómo va a hacer para solventarlos y superarlos con éxito?

El reto principal, y la pregunta que a veces me hacen, es qué no te deja dormir por la noche, y la principal cosa que me despierta es por qué no puedo hacer más. Yo no quiero perder una oportunidad de crecer en el mercado y ya sé que suena mucho porque inevitablemente algunas cosas se pierden, pero cada vez que uno pierde la oportunidad de adquirir más talento, de crecer o de ciertas prácticas en todo lo que es el mundo digital e interactivo en particular, todo lo que es marketing digital, yo quiero ir más rápido y a veces me cuesta aceptar que formar y tomar gente no es una cosa de una semana, es cosas de meses y ese es el camino en el que estamos.

Sabemos que recientemente han presentado su plan de inversión de cuatro años al Gobierno del Presidente Mauricio Macri. ¿Nos podría hablar un poco más de ese plan de inversión y cómo esperan que favorezca al desarrollo económico de Argentina como país?

Dos temas centrales, uno es construir infraestructura para poner la gente, que es lo que mencionaba, este edificio, y por otro lado nuestro compromiso con el gobierno es formar talento, o sea, tomar talento que entendemos que es muy buena gente, formarla, posicionarla en el mundo, que no trabaje solamente en el pequeño proyecto local, sino en proyectos de corporaciones globales, y que ese talento vuelva a la Argentina y se quede en Argentina. En mi época para hacer una carrera global había que irse a algún lado del mundo más central, tenías que pasar por Londres o Nueva York, hoy esa carrera cambió totalmente de paradigma, porque la tecnología y la globalización de los servicios hace que mucha gente que tiene roles globales en Accenture esté sentada a dos oficinas mías. Entonces, eso permite que Argentina se nutra también de los talentos globales. Nuestro aporte es traer la capacidad global del conocimiento a la Argentina y llevar la capacidad de la Argentina para el mundo. Yo lo veo como parte de una plataforma de crecimiento en conocimiento. A mi juicio Accenture está tomando un rol importante en la plataforma de conocimiento argentino.

¿Cuál es la relación actual que mantienen con el nuevo Gobierno del Presidente Mauricio Macri? ¿Tienen planeado algún plan de colaboración o de acción conjunta?

Una relación fluida, de hecho mucha gente del gobierno viene de la actividad privada y tengo historia previa. Como siempre, Accenture es muy transparente, estamos discutiendo muchas iniciativas en conjunto y estamos más que gustosos de colaborar y ayudar a crecer, lo que es para mí un nuevo estadio, un nuevo escalón para la Argentina. Creo que puede ser sumamente rico, todo el mundo viene para aquí y valora al argentino individualmente. Pero nosotros, hasta los argentinos mismos, no valoramos tanto a la Argentina como fenómeno colectivo. Creo que la oportunidad es revalorizar a la Argentina de este modo y para mí el hilo conductor que puede generar esa concienciación es el conocimiento como política de Estado. De hecho en una columna de opinión que escribí en La Nación hace un par de fines de semana es sobre esto. Yo siempre lo reduzco a la analogía, ¿vamos a pelearnos por el treinta y cinco o por el setenta y cinco por ciento? Mi sugerencia es que no perdamos mucho tiempo con el veinticinco, es lo viejo.

Justo ahora van a potenciar una alianza estratégica a partir del desarrollo de una nube híbrida con Microsoft, ¿Nos podría explicar un poco más que tipo de alcance va a tener esa estrategia conjunta con Microsoft? ¿Cómo va potenciar esto la posición de Accenture, no sólo aquí en la Argentina, sino en el mundo?

Microsoft es un aliado estratégico nuestro, de hecho tenemos una compañía que se llama Avanade, que es mitad de cada uno y que ha sido enormemente exitosa en la parte de tecnología de base. Y lo que estás viendo, es obvio que lo que voy a decir pero no lo era hace dos o tres años cuando empezamos, es que el futuro pasa por la nube. Nos pasa cuando perdemos el celular, aprietas dos botones y toda la información está de vuelta, en realidad estuvo siempre. Entonces, este fenómeno de que el conocimiento es global, las economías son globales, los productos son globales, pasó a que la información es ubicua, no está en ningún lado, está en la nube. Ese fenómeno que estratégicamente estamos acompañando con Microsoft. Las empresas dejan de tener de servidores, dejan de tener los datos tangibles, está todo en algún lado en la nube, que no importa mucho donde, lo importante es que está disponible para todos, todo el tiempo. Entonces, ese dato de la información ubicua, disponible siempre para todos, como herramienta base para la colaboración. En los años 90, los más jóvenes seguramente no recuerden nada, uno tenía la PC aislada y tenía su información. El concepto de mi información no existe más, es la información del grupo en un esquema mucho más colaborativo. Ese es el paradigma que estamos tratando de mover, la información no como un activo de la persona dentro de la empresa o sociedad, sino como fenómeno colectivo, está reflejado tecnológicamente por lo que llamamos la nube.

¿Cuál es el rol específico de Accenture en esa nube, junto con Microsoft?

Es discutir estrategias con los clientes, de cómo esa información que puede estar compartimentada pasa a ser un activo colaborativo y cómo lo llevamos a ese lugar en forma segura, porque el otro gran debate es el tema de ciberseguridad, un tema absolutamente central, en el que estamos invirtiendo fuertísimo en Argentina y va a ser un tema central y de debate en la próxima década. Porque llevar toda tu información a la nube está muy bien, pero todos escuchamos de casos de fotos robadas. Hablemos de información de seguridad de los países, hablemos de información de bolsa, información económica, cuentas. Todo el tema de ciberseguridad, junto con el fenómeno de la nube y de la globalización de la información que es indetenible, el tema de ciberseguridad va a ser totalmente central.

¿Nos podría hablar Ud. un poco más desde el punto de vista de Accenture de este tema de la ciberseguridad?

Ciberseguridad es algo complejo, es algo para especialistas. Hablar de encripción era una jerga casi inentendible para cualquier persona normal hasta hace unos pocos años. Hoy yo creo que hasta hablando con el taxista, si le digo que el WhatsApp está encriptado empieza a entender de qué se trata, lo cual habla de la preocupación de todo el mundo por su información privada y por la información de las empresas. Es un tema central, es un tema en el que se está invirtiendo, pero es un sistema para el que aún faltan soluciones comprensivas de seguridad y las soluciones absolutas. O sea, hoy es probablemente el flanco más grande de una compañía la ciberseguridad y diría que el conocimiento de cómo manejarlo al menos está desparejo, si no insuficiente de todo el mundo. Con lo cual es un negocio de especialistas, el cibercrimen está claramente en auge. Y el trabajar sobre ciberseguridad, entender la tecnología antes y poder defender es importante. Muchas de las empresas con las que trabajamos y muchas de las redes informáticas y de comunicación están reguladas, pero el crimen, ¿quién va a avanzar más rápido en poder penetrar eso? ¿El que está regulado o el que no está regulado? Entonces el crimen es un enorme desafío desde el  punto de vista de que tiene todo el espacio libre, tiene dinero para contratar lo mejores matemáticos, especialistas de cualquier lugar del mundo, el crimen está globalizado, entonces las respuestas de seguridad no son las respuestas tradicionales. Tienen que ser mucho más sofisticadas y especializadas. No alcanza con tener un experto en seguridad en la compañía, esto va a una velocidad que ni siquiera las compañías de antivirus llegan a tiempo. De hecho la cantidad de virus sigue creciendo en el tiempo, o sea, empresas dedicadas enteramente a esto no llegan a cubrirlo. Es una dinámica enorme, en Accenture estamos con un grupo grande. Estamos muy orgullosos de nuestro esquema de seguridad y lo que aprendimos nosotros de cuidar nuestra información exitosamente es lo que ofrecemos como servicio para otros.

Hablando ahora de su trayectoria profesional, ya que ha comentado que Ud. ingresó a trabajar Accenture en 1987, ¿cuál diría que es la lección más valiosa sobre gestión empresarial y liderazgo que ha aprendido durante todos estos años y que sin duda considera que le ha llevado a la posición de Presidente?

Yo soy ingeniero, con lo cual la parte técnica siempre me resultó más fácil. Hay dos o tres cosas importantes. Uno es domar el ego, entender que porque uno llegue a un puesto de relevancia no significa que uno no tenga mucho que aprender de todo lo que está alrededor. Cuanto uno más sube, más tiene por aprender. El tema del ego es un tema importante, poder hablar con la gente horizontalmente. El segundo está muy trillado, deben haber ochocientos artículos en Harvard sobre esto, es escuchar, pero más importante que escuchar lo que se dice es escuchar lo que no se dice y tratar en los discursos de la gente de encontrar esos pedacitos y preguntar sobre eso. Es un arte que yo voy aprendiendo de a poco, pero mucho del contenido de la información a veces está en las cosas que no se dicen. A ustedes les debe haber pasado de escuchar algo que le sonó medio raro y ahí era un mundo. Escuchar lo que no se dice probablemente es una de las disciplinas más interesantes y que como líderes y habiendo pasado situaciones complicadas, tenemos que mostrar. Y el tercer punto de liderazgo pasa por entender que en las sociedades del futuro las jerarquías perdieron importancia, y tratar de enfatizar las jerarquías es ir totalmente en contra de una organización que tiene que ser innovadora. Siempre digo, el tema diversidad es importante también y creo que está todavía está subestimada en su valor de negocios. No hay manera de ser una compañía que se transforma todo el tiempo, especialmente una compañía grande como Accenture en el mundo con trescientas cincuenta mil personas, o aquí con siete mil quinientas, si no fomenta la diversidad. Y digo fomenta la diferencia de la tolerancia, de la que muchos hablan, porque tolerancia es una palabra pobre, en el sentido que si digo tolero quiero decir que algo me resulta no confortable, pero sobrevivo. La diversidad hay que buscarla proactivamente porque es parte del secret source. ¿Por qué yo estuve 29 años aquí? Porque esto es diverso, porque permite cambios y porque vamos cambiando. Mi hija me pregunta cómo es que puedo haber estado 29 años en el mismo lugar trabajando. No estuve en el mismo lugar trabajando, cada dos años estoy en otro lugar. Eso es parte del secret source, la innovación junto a una diversidad, una diversidad diseñada proactivamente, no aceptada por lo que viene. La innovación que genera esa diversidad proactivamente ingenierizada es lo que hace rico al empleo, lo que lo hace divertido para mí y frente a lo que da a los clientes y al mundo un Accenture que cambia todo el tiempo. No es fue lo mismo hace dos, tres o cinco años. Y lo que estamos viendo es que la edad promedio aquí debe ser unos 28 años, es una compañía grande que mantiene la dinámica. Yo no creo en el paradigma de que ser chiquito es ser dinamito, creo y lo ejercemos, grande y capaz de moverse en situaciones rápido puede ser totalmente compatible.

Y por último, ¿qué mensaje le gustaría enviar a todos aquellos inversores de alto perfil, lectores de HBR, que están analizando Argentina como país de destino de sus inversiones, pero que aún tienen dudas en cuanto a la seguridad jurídica de Argentina en el largo plazo o la evolución de los mercados?

En Argentina Accenture nunca ha tenido ninguna dificultad, tenemos que ser totalmente honestos. Nunca tuvimos problemas para operar, de ninguna índole, jamás. Lo que estoy viendo hoy en día es un contexto que entiende que los negocios requieren cada vez más previsibilidad a largo plazo, claramente lo entienden y todo indica que estamos en el camino correcto para el medio y largo plazo. De hecho creo que hay pocos lugares en el mundo en el que en cien días se hicieron tantas cosas, que eran promesas y ocurrieron, tipo de cambio, retenciones, holdouts. En general el argentino promedio y la empresa promedio claramente tiene vocación de vivir en un lugar con integridad jurídica y con futuro. La votación en el Senado es una muestra de lo que representa para la gente.