Argentina: Interview with Federico Pinedo

Federico Pinedo

Presidente Provisional del Senado de la Nación Argentina (Senado de la Nación Argentina)

2016-10-07
Federico Pinedo

Ud., Sr. Pinedo, ocupando en su momento el mando del Ejecutivo, fue el encargado de darle el bastón y la banda presidenciales a Mauricio Macri en la ceremonia constituyente del pasado diciembre, dando por inaugurada oficialmente la denominada “nueva era Macri”. En calidad de Presidente Provisional del Senado, político y abogado, podría respondernos a la pregunta: ¿Qué significado y qué alcance tiene para la Argentina y para la comunidad internacional la denominada “nueva era Macri”?

 

Yo creo que tiene que ver con un tema importante de la Argentina, que es cómo la Argentina va a rediseñar su sistema político de partidos, y tiene que ver también con la realidad latinoamericana, con la salida de los populismo suramericanos. Los populismos son corrientes de pensamiento y acción política que lo que hacen es privilegiar sus propias ventajas políticas de corto plazo. Por definición son movimientos no sustentables en el tiempo, porque cuando uno entrega el largo plazo, lo único que sabe es que en algún momento el largo plazo llega, pero lo que los populistas calculan es que cuando llegue ese momento en el largo plazo, ellos ya no estarán más en el gobierno. Básicamente es eso, o piensan que siempre va haber alguna magia que les permita seguir a flote, y después se empalagan tanto con el poder, que creen que son designados por Dios para estar en el poder, y creen que se van a quedar toda la vida allí.

En el caso de la Argentina, la década del 2.000 fue la mejor década en 100 años para la Argentina, en cuanto al valor de los productos que la Argentina vende, y su relación con lo que la Argentina compra, lo que llaman los economistas los términos del intercambio. Había pasado lo mismo en 1.912, 1.910, 1.913. En 1.913, por ejemplo, la Argentina era el quinto PBI del mundo, aprovechando un ciclo de precios favorables de sus productos de explotación. Sin embargo, el resultado de estos último años, es una Argentina que le fue entregada a Macri con un 30% de inflación, después de haber aumentado el gasto público y la recaudación de más o menos 20 puntos del producto. Si vos sumas los impuestos municipales provinciales, nacionales y la inflación, te da que la depreciación impositiva es más o menos del 45-50%, es una depreciación impositiva como Noruega, y los servicios públicos en Argentina son como en Biafra. Una Argentina con un 40% de la economía en negro, con un gasto de tercer nivel claramente no sustentable, y la manera de solventar eso fue con deuda y con inflación. Y entonces las deudas no podían tomar más, porque nadie prestaba más plata al gobierno anterior, empezaban a gastarse las reservas del Banco Central como si fueran recursos de tesorería, y después le quedó la inflación y nada más, y las prohibiciones: prohibido comprar dólares, prohibido vender dólares, importar, etc.

Macri lo que representa es un cambio frente al agotamiento del populismo, representa un cambio frente al agotamiento del modelo populista de gastarse todo lo que tiene hasta que se acabe, y también representa un desafío de cómo va a ser el diseño de la democracia en Argentina de los próximos años. La democracia Argentina se basa en dos grandes partidos, que es el peronista y radical, el radical colapsó después de varias elecciones de sacar muy pocos votos 5%, 10%, y el peronista que era dueño de todo este poder, y ahora perdió la elección, era el partido del estado, no era un partido político, eran los dueños del estado, y hacían política con los recursos del estado, del estado nacional, provincial y municipal. Ahora no tienen más los recursos, ahora la gran pregunta de la política de Argentina es cuál va a ser el rol del peronismo en los próximos años, y también qué es lo que va a ser el Macrismo, en qué va a trabajar esa corriente renovadora.

El gobierno de Macri tiene algunas ideas claras, la primera es que el mundo es una oportunidad y no una amenaza, a diferencias de los anteriores gobernantes. La segunda es que no se puede gastar más de lo que tienen, o sea, tenemos que construir solvencia fiscal de largo plazo para generar expectativas favorables de largo plazo. La tercera, es que la democracia es plural, es diversa, entonces se enriquece con las opiniones distintas y no hay que perseguir al que piense distinto. Yo creo que esto es básicamente lo que Macri está haciendo en el orden argentino, y en el orden suramericano, como ya dije, la salida de los populismos. También hay bastante populismo en Brasil, y eso lleva a que tengamos que reconstruir junto con Brasil un posicionamiento internacional más productivo, con mayor productividad, con mayor competitividad, con mayor vinculación con el resto del mundo, y eso es un desafío.

 

Ud. ayer emitió unas declaraciones, recogidas por todos los medios nacionales, en la que decía que "es un día muy importante para la Argentina" ya que no se trata de "un proyecto del presidente Mauricio Macri sino que es de toda la Argentina. Sin duda alguna Ud. ha jugado un papel muy importante en todo este proceso histórico. Hasta la fecha de hoy, ¿ante qué desafíos se ha encontrado durante estos meses como Presidente Provisional del Senado y como político, y como ha sabido superar dichos desafíos con éxito?

 

El primer desafío en un sistema político, los populismos también tienen una metodología política que es la de la confrontación, la de la división y la confrontación. Es una idea de un politólogo alemán muy conocido, Carl Schmitt, que dice que la esencia de la política es la dinámica amigo-enemigo, una cosa binaria y de confrontación, de confrontación bélica, de no reconocer al otro como algo legítimo sino como un enemigo a abatir. Los kirchneristas a lo mejor no leyeron a Carl Schmitt, pero son schmitianos absolutamente. Entonces el principal desafío en un país políticamente schmitiano es cómo pasar a construir consenso parlamentarios cuando el gobierno tenga una minoría muy marcada en el senado. El partido peronista tiene en el senado el 60% de los senadores, y el gobierno nuestro nada, muy poquito, tengo 15 senadores de 72 en el gobierno. La necesidad de hacer acuerdo es total, el problema es cómo hacerlo saliendo de un contexto de enfrentamiento schmitiano de 12 años. ¿Cómo pasamos a tener una actitud de respeto y de construcción? y ahí tengo dos respuestas, una del lado nuestro, que es generar confianza y mostrar que actuamos de buena fe, y otra del lado de ellos, verse asimismo como un partido central de la democracia argentina, que tiene que seguir siendo central, y por lo tanto tiene que ser responsable y no actuar en contra del argentino.


Como ya hemos mencionado, Ud. es parte integrante y relevante en toda esta evolución que está atravesando la Argentina y que desde luego queda grabada en su Historia. ¿Cómo le gustaría ser recordado en el futuro por las nuevas generaciones de argentinos?

 

Seguro que no me van a recordar (risas). Yo lo que necesito es que la Argentina genere un cambio cultural, y que el cambio cultural sea el cambio del respeto y de la construcción, nosotros en lugar de mirar el pasado como los populistas miramos al futuro, en lugar de buscar destruir a otros como los populistas preferimos construir, en lugar de atacar preferimos respetar y dialogar, y eso es un cambio cultural, para mí es un pasaje de una Argentina que tuvo mucho autoritarismo en su política, hacia una Argentina más democrática, más abierta, más tolerante, más constructiva, que ponga más energía en la construcción y no tanto en atacar a un extranjero o a uno que piensa distinto acá o lo que fuera.

 

El pasado mes de diciembre, Ud. mencionaba en una entrevista televisiva, que el primer deber de todo Gobierno era saber trasmitir confianza. Confianza a los mercados internacional, confianza, al inversor extranjero, confianza a los argentinos para que no escapen son sus $ y quieran invertir en la Argentina. Para finalizar la entrevista, ¿Qué mensaje de confianza enviaría a todos aquellos inversores lectores de HBR que tienen en estos precisos momentos los ojos puestos en la Argentina y en sus oportunidades de negocio?

 

La Argentina genera atracción. La Argentina a la vez que tiene una atracción natural, es un país de una diversidad de paisajes y de oportunidades naturales absolutamente infinitas, desde el polo en la Antártida, hasta la cordillera de las más altas del mundo, con distintas culturas, lugares de selvas, las pampas más fértiles, los lugares de enorme fertilidad, ciudades sofisticadas, gente educada, artesanías, tejidos increíbles, vinos maravilloso, caballos, centros académicos, innovación, etc. Lo que no tiene la Argentina es una buena organización, y mucho es por problemas políticos. Entonces me parece, que si nosotros desde la política generamos cordialidad, y desde la economía solvencia fiscal de largo plazo, la Argentina no tiene techo, debería ser un país muy parecido a Canadá o Australia.

 

¿Cree Ud. que tendrán tiempo suficiente para lograrlo?

 

Sí, la Argentina ha mostrado recuperaciones muy fuertes, muy rápidas. En el año 2001, tuvo la última gran crisis económica, y el 50% de la población pasó bajo el nivel de pobreza, y teníamos una desocupación que era del 25%. Dos años después estaba creciendo un 8% anual. Así que, hemos pasado 12 años de crecimiento, de los últimos 4 de estancamiento, pero digamos que en el conjunto de 12 años se ha dado un crecimiento importante, que ha sido un crecimiento como del 50% desde principio del período hasta el final, y eso lo hicimos sin estado de derecho, sin reglas, persiguiendo, con persecución a los peronistas, con peleas a muerte en la política, intervención arbitraria en todos los mercados. Si vos ponés reglas normales de convivencia, y esto va a ser el experimento Macri, yo creo que en 4 años vamos a estar muy arriba, y en 8 años seguramente vamos a ser distintos, pero dependen mucho de que el peronismo acompañe en este proceso que yo llamaría democratizador, en el sentido de mayor apertura, mayor tolerancia, mayor respeto.