Argentina: Interview with Facundo Gómez Minujin

Facundo Gómez Minujin

Managing Director, J.P. Morgan. Senior Country Officer, Argentina (J.P. Morgan)

2016-09-12
Facundo Gómez Minujin

La salida del default permitirá al Gobierno concentrarse ahora en tratar de obtener inversiones para reactivar la economía, y consecuentemente posicionarse como un país de destino preferente de IED en Latinoamérica. ¿Cuál considera que es la ventaja competitiva que presenta Argentina y que la colocaría como destino preferente de inversiones extranjeras en la zona?

Para empezar, los rendimientos de los bonos de Argentina y de las empresas son todavía muchos más altos que en otros países, y es un país que tiene un bajo nivel de endeudamiento. Los bonos son muy seguros respecto del rendimiento que tienen, por eso se han transformado en una inversión muy atractiva. Habiendo salido del default con la resolución de los holdouts y solucionando unos temas menores que todavía quedan, Argentina queda como país regularizado pero todavía falta que las agencias de rating continúen subiendo su rating para que los rendimientos de Argentina continúen bajando. Todavía no somos investment grade y para pasar a investment grade van a pasar unos años. Hay que demostrar que el país tiene gobernabilidad y que de alguna forma es sostenible en el tiempo y eso es lo que va a transformarla en investment grade. Por ahora las rating agencies han ido subiendo el nivel de la deuda argentina pero aun no estamos cerca del investment grade.
 
Esta nueva etapa de relaciones con Estados Unidos, la cual quedó oficialmente inaugurada con la visita del Presidente de los Estados Unidos Barak Obama, se espera que esté especialmente marcada por una gran ola de inversiones procedentes de dicho país. ¿De qué forma y de qué tipo de empresas cree que llegarán o están llegando las primeras inversiones de Estados Unidos?

Primero siempre llega la inversión financiera que es la que llega de manera más rápida y directa, y es la que está llegando en este momento. Esta inversión no genera puestos de trabajo. La otra inversión va a empezar a verse a finales de año. Argentina es el tercer país más grande de Latinoamérica después de México y Brasil, es una economía que sigue siendo muy sólida en muchos aspectos, tiene muchas ventajas competitivas en algunos sectores. Va a haber inversiones, lo que ocurre es que  los flujos reales capital para la generación de plantas y el crecimiento real de la economía, llevan un tiempo. El segundo tema es Brasil. Está complicado exportar hoy a Brasil y eso podría demorar las inversiones, porque muchas de las inversiones que se basan en Argentina son también dependientes del mercado brasilero. Por eso la visión es de más largo plazo. Para un inversor no hay gran diferencia entre entrar ahora o en seis meses.
 
Ud. trabaja en J.P. Morgan Argentina desde 1995, además es el Consejero Federal de J.P. Morgan para América Latina y responsable de los departamentos legales de México, Brasil, Chile, Perú y Colombia. Teniendo en cuenta su  grado de experiencia y conocimiento, ¿nos podrían dar su visión sobre el sector en el que J.P. Morgan opera en Argentina y de qué manera cree que va a favorecer este punto de inflexión político y económico sobre él?

Para J.P. Morgan va a ser muy positivo. Tenemos banca de inversión en Argentina a través de la cual ayudamos a las empresas y a las entidades públicas a emitir deuda, es decir, a conseguir financiamiento. Además hacemos  emisiones de acciones y trabajamos como  asesores en operaciones de M&A. También tenemos actividad de trading de bonos, y damos servicio de tesorería a las multinacionales que están en Argentina. Si la economía está menos regulada, hay más actividad, hay en general más de flujo de capitales y el negocio va a estar mucho mejor. Por otro lado, hemos establecido en Argentina el primer centro de generación latinoamericano de servicios para otras áreas del banco, fundamentalmente para Estados Unidos. Desde acá prestamos servicios a banqueros, a gente de tecnología, a gente de research, a gente de crédito en distintas parte de Estados Unidos y tenemos un crecimiento esperado de mil personas.

Los motivos de haber elegido Argentina como centro de generación de servicios se debe principalmente al talento de la gente. Los argentinos salen muy bien preparados de las universidades, la mayoría habla inglés,  y en general tienden a entrar a una empresa y quedarse si están contentos. No hay mucho movimiento y eso hace que la gente entre con una visión de largo plazo. J.P. Morgan es un banco grande, donde uno tiene margen de crecer internamente en muchas áreas, con oficinas por todo el mundo. Buenos Aires además es una ciudad ideal para vivir, sin problemas estructurales de riesgo, inundaciones, tsunamis, terremotos o grandes problema de infraestructura. Todos esos problemas que en algunos países se enfrentan, acá no. En términos de dólares, es más razonable que en otros lugares del mundo, no el más barato pero sí más razonable. Cuando uno completa toda la ecuación, Argentina es un buen lugar para estar.
 
En 1978, J.P. Morgan inauguró una sucursal en Buenos Aires a la que siguió la apertura de J.P. Morgan Argentina S.A. en 1985. Hoy en día J.P. Morgan está configurada en Argentina como una empresa líder en servicios financieros que ofrece soluciones a las corporaciones de primer nivel y al gobierno. ¿Cuáles considera que son los elementos fundamentes que han hecho de J.P. Morgan un case study de éxito con el paso de los años en Argentina?

El éxito se debe principalmente a que, a pesar de todas las crisis por las que atravesó este país, J.P. Morgan siempre fue un banco al que le fue bien en Argentina. A pesar de los impactos internos y externos, hemos podido navegar las crisis. Tenemos una visión de más largo plazo. Nosotros entramos a países y nos quedamos, más allá de lo que pase. Aunque haya vaivenes económicos nos mantenemos firmes, sin dejar de hablar con los clientes, sin dejar de hacer negocios. Esa visión de largo plazo es lo interesante del case study de este banco. Hoy vemos que debilidades en el sistema financiero mundial, donde algunos bancos extranjeros han sido muy erráticos y en este momento muchos se están achicando. J.P. Morgan, por el contrario, ha presentado bastante consistencia.
 
¿Con qué desafíos cuenta en la actualidad para mantener el óptimo posicionamiento de JP Morgan en el sector financiero argentino y cómo hace Ud. como Managing Director para superar dichos desafíos con éxito?

El reto es que Argentina sea sostenible. Lo más importante es que las políticas que el gobierno aplica sean aceptadas por la población y la oposición. Argentina es un país que claramente se ha ido achicando en el mundo si uno lo compara con el resto de los países más importantes del globo. El gran interrogante hoy en día es si efectivamente Argentina puede dar la vuelta y empezar a crecer en forma sostenida durante una década. Si eso se da, le va a ir bien a Argentina, al banco y a otros muchos también. Hace falta tener esa sostenibilidad. Hay que ver si Mauricio Macri y el gobierno son capaces de dar lo que la sociedad necesita en el siglo XXI, que son políticos distintos a los tradicionales.
 
J.P. Morgan ofrece una gama completa de servicios a las corporaciones e instituciones financieras en la Argentina a través de la Banca de Inversión, los Servicios de Tesorería y Valores Mobiliarios y la Banca Corporativa Internacional. ¿Cómo hace Ud., como Managing Director, para que estos servicios sean únicos en relación con los que puedan ofrecer también sus competidores y así mantener su posición líder en el mercado?

La estrategia del banco es estar en el top three de los productos que ofrecemos. Eso hace que para el banco sea mucho más rentable porque tiene un market share mucho más grande, y porque el cliente quiere contratar los bancos que son líderes en esos productos y que tiene acceso a inversores que van a comprar sus productos. Ese círculo virtuoso hace que esto se retroalimente y que uno siempre esté posicionado entre los mejores. A su vez, acá hay muy poca rotación de gente. Al estar mucho tiempo, uno conoce muy bien a sus clientes y  sus necesidades.
 
Ud. se encuentra entre los empresarios que firmaron este mes el acta con el Presidente Mauricio Macri, por la cual se comprometían a no reducir los planteles de empleados durante al menos los próximo 90 días, generar planes de inversión para promover más puestos de trabajo, y trabajar junto al gobierno nacional y los sindicatos en una agenda de desarrollo y de mejora de calidad del empleo en el país. ¿Nos podrían explicar con más detalle cómo va a concretar Ud. desde JP Morgan dichas acciones de colaboración con el gobierno actual y de compromiso con la economía argentina?

Para nosotros es muy fácil porque tenemos el crecimiento del hub, estamos contratando gente todos los días. Nuestro gran cuello de botella es conseguir el talento adecuado. Nuestro problema es el inverso, nosotros necesitamos gente. A fin de año tenemos que llegar a ochocientas personas.
 
En relación a su trayectoria profesional a los largo de los años, ¿cuál diría que es la lección más valiosa sobre gestión empresarial y liderazgo que ha aprendido y que considera que le ha llevado al puesto de Managing Director de JP Morgan Argentina?

Yo creo que una de las lecciones es aprender a tratar con los gobiernos sin importar sus características, aun cuando sean gobiernos muy difíciles que están en contra de bancos internacionales. Lo importante es que siempre tiene que haber un canal de diálogo con quien sea. A la larga, siempre hay que tratar de alguna forma de encontrar lo positivo en cualquier momento y por más dificultades que haya. El segundo tema es vencer los prejuicios internos de la institución. Nosotros cuando tomamos la decisión de crear el hub en Argentina, fue antes de saber que Mauricio Macri iba a ganar, por lo que fue importante convencer a la gente del banco, explicando por qué Argentina todavía tenía instituciones, porqué se podía crear un hub exitoso acá.
 
Y por último, ¿qué mensaje le gustaría enviar a todos aquellos inversores de alto perfil, lectores de HBR, que están analizando Argentina como país de destino de sus inversiones, pero aún tienen dudas en cuanto a temas como seguridad jurídica, evolución de los mercados o estabilidad política?

Nosotros estamos invirtiendo muchísimo dinero en Argentina. No solamente estamos diciendo que habría que invertir, sino que lo estamos haciendo y nos basamos en el aspecto que hay que es el recurso humano. Hay muchísimas oportunidades como por ejemplo en el área de servicio de alto valor agregado que es todo lo que implica conocimiento, es decir hubs que se puedan crear no solo para el sector financiero sino también para otras áreas. Basar todos esos centros en Argentina es clave. Acá hay gente que está capacitada para hacer desarrollo de tecnología, de software y eso es una ventaja competitiva muy importante.  Hay empresas y gente que han creado empresas de servicio desde la Argentina solamente usando ese talento.

Otro tema importante son las condiciones geográficas del país, en tierras, minerales, en petróleo, hay muchísimas posibilidades en el país y se combinan las dos cosas, lo natural y lo humano, Argentina tiene un buen futuro. Argentina no tiene problemas raciales, no tiene problemas étnicos ni religiosos, y creo que eso da una ventaja competitiva.

Lo que te da una desventaja competitiva es que Argentina está lejos del mundo. Por eso los costos de flete, de traslado de todo, son mayores y entonces uno tiene que apuntar al mercado local, al mercado brasilero que está pegado. Si Brasil está mal, para Argentina es una mala noticia. A nosotros nos conviene que Brasil y a todos los países vecinos les vaya bien para que se amplíe el mercado. Además hay que bajar los costos de competitividad para poder ser bien eficientes en las exportaciones. También hay que seguir trabajando para bajar la corrupción, mejorar las instituciones y continuar haciendo la economía más eficiente.